domingo, 3 de febrero de 2013

Antes que nada, formar

(En relación a la crónica del Llosetense-Sta.María)

La crítica es útil y necesaria. Pone a prueba nuestro talante democrático. No debería asustarnos ni ponernos nerviosos.
La crítica, debidamente asimilada, nos hace madurar como personas y nos descubre que somos limitados y que podemos equivocarnos.
Quien no acepta la crítica, además de mostrar orgullo, pierde una excelente ocasión de autocorregirse y de reorientar su vida con acierto.
Las críticas son molestas porque hieren nuestra sensibilidad y “pican” nuestro amor propio, (a unos más que a otros, dependiendo de la juventud) pero son necesarias para corregir nuestros defectos y nuestras actuaciones incorrectas, (tal vez inducidas por terceros a los que la disciplina nos “recomienda” obediencia).
La crítica es un despertador que nos advierte que no siempre lo hacemos todo adecuadamente y que no poseemos el monopolio de la perfección.
La critica enfocada hacia un colectivo en concreto (en el caso que nos ocupa, el entrenador), no debería ser manipulada ni desviada hacia otros focos para así desembarazarse de ella apuntando hacia otro lugar. La crítica va enfocada hacia el Sr. Juan Sedaño (entrenador-formador), que no ha tenido tiempo para corregir aun esos “defectillos” de no saber “matar” un balón aéreo, en unos chicos de 15 años. Con esto no pretendo insinuar que sea un mal formador pero si que está mal aconsejado.
Sepamos aceptar la crítica. Duele, pero cura.

No hay comentarios: