(No se puede demandar al olmo por no dar peras. Pero sí por hacerse pasar por peral, a pesar de ser un olmo.)
Noticia es... lo que interesa a alguien que no se publique, todo lo demás es publicidad. Lo que no se cuenta, no existe... pues bamos a dar la noticia.
La Crónica:
Partido “tormentoso” el disputado hoy al medio día en el que el temporal amenazó a técnico y jugadores con lluvia, viento con rachas malas y peores... aunque siempre habrá alguien que diga, que siempre que llovió, paró.
El LLosetense estuvo a punto de enseñarnos como se debe jugar al fútbol cuando no se sabe jugar al fútbol, o al menos como plantar cara a un equipo sin ideas o con tan pocas como un gato de yeso. Que creamos pocas situaciones de peligro real y que bien habríamos podido perder, para eso no le faltó tanto, (el resultado enmascaró un poco lo visto en el campo), quien no vio el partido pensará que les pasamos el rodillo. Parece mentira que podamos depender tanto de un jugador, solo faltando Llorenç, que me disculpe Martí no es mi intención ningunearle, pero cada vez que falta él, el Sta. María sufre hasta la medula.
La primera parte fue pobre, pobre, pobre... de las de hacerselo mirar y el entrenador en su mundo sin querer ver lo que todos ven... o se espabila el portero o tendremos que jugar con un cazador de canguros de zaguero, también los centrales deberían ser sustituidos por cazadores de canguros, por que todo lo que viene botando se les escapa. Los contrarios rápidamente se dieron cuenta de nuestro handicap, el entrenador local, listo donde los haya, (deberíamos aprender de él), mandó a su portero lanzar balones de portería a portería, nuestra zaga a pasarlo canutas y nuestro entrenador sin ponerle solución por enésima vez. (sic)
No quiero hacer más sangría, con lo visto basta. (Yo estube allí y puedo dar fe, no se si había alguien más)
Un Juan desconcertante, coloca a un solo delantero incapaz para la misión que se le asigna, juega con dos carrileros que pretende hacer caer hacia el centro para abrir pasillo a dos laterales que no facilitan una asistencia decente y deja a sus centrales sin coberturas ni de frente ni por los lados, peligro, peligro. Con el partido cuesta arriba, Juan asumió un mayor grado de riesgo al situar una línea de tres en defensa tras el descanso. El conjunto santamarier salió decidido a tratar de que un gol le metiese de nuevo en el partido, pero lo que consiguió fue que cada contraataque del Llosetense fuera un suplicio para la zaga rojinegra y pusiera en evidencia todas las carencias defensivas que en este día tuvo el Santa María.
-“Hemos sido un desastre, un equipo flojo atrás. Hemos dado muchas facilidades. Tenemos la preocupación lógica de no haber demostrado nuestra valía. Esta no es la línea a seguir, pero ya somos mayorcitos para saberlo, ahora habrá que ponerle remedio”.
Un partido donde los dos equipos pudieron ganar,,, y lo hizo el menos malo, (ultimamente esto ya comienza a ser habitual) y ahí es donde realmente reside el peligro de entrar en una espiral de la que difícilmente se puede salir... Un ejemplo a no seguir: el Mallorca de Caparros.
Aparte del resultado, lo peor es la imagen de impotencia ofrecida ante un equipo que no es de “nuestra Liga”. El borrón, que lo es, no debería pasar de eso en la cuenta de méritos de los del Sta. María, que ahora tendrá que recuperar su mejor versión ante un proximo rival de cuidado, el Sollerense, colíder y a la espera de que no mejoremos. Si les ganamos todo se disipará, pero el problema seguirá estando presente.
Un entrenador es bueno en función de si se gana o si se pierde. Si se gana cierra las bocas de la crítica, pero todos sabemos que eso no es eso.
Que no sepa tu mano izquierda lo que tu mano derecha hace... y si por un casual lo sabe, lo deshaces.
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